Mayo: ni tan tarde, ni tan temprano

Se vino el frío, el viento, la hojarrasca, las vueltas a casa temprano para tomar un café caliente que entibie las manos, la fiaca matinal de salir emponchados y el firme propósito de postponer las alarmas esos cinco generoso minutos más donde nos tapamos hasta la coronilla. Y sí, el otoño es así, nos atraviesa de viento frío los huesos, pero nos regala también días como los de hoy, donde nos olvidamos (un poco) que caminamos hacia el gélido frío del invierno. Y dan ganas de salir, cuando hay que ir entrando, y de sacarnos ropa cuando en verdad vamos a tener que colocarnos más cuál catáfilas de cebolla. Y se nos escapa el sol de hoy, pero vendrán otros días soleados, luego se anuncian algunos más ventosos, fríos y acortados.

A nosotros Mayo nos encanta, porque en la casa, en nuestra casa LOZANA, se empieza a disfrutar más que nunca el calor de un té aromático, la dulzura de unas manos tibias con un suave toque de masaje, los tintineos de pinceles y pocillos que se preparan para peelings, se escuchan taquitos que entran apurados para guarecerse del frío, y gente que charla al calor de un patio que oscurece más temprano que en el mes de Abril. 

Y nos preparamos porque en Mayo no es ni tarde ni temprano, es el mes justo para que nos ocupemos de vos, de tu piel, de tu cuerpo, de tu alma. Porque el frío a veces es un poco duro de atravesar, pero a nosotros nos da la oportunidad de trabajar silenciosamente, nos quedan meses de cuidado, nos aguarda tiempo para vivir y disfrutar de esta mitad del año donde se acunan sueños, se tejen proyectos, se siembran semillas que aunque parezcan dormida estarán todo este tiempo a la espera de los primeros rayos cálidos de sol para germinar. 

El Otoño es soltar la enorme actividad del Verano, es aletargarnos un poco, depurar espacios, cuerpo, mente y espíritu. A eso te invitamos: atravesá la puerta, entrá a nuestra casa, sentate, dejá el peso de tu bolso, quitate el abrigo, servite un té y relájate, que nosotros te vamos buscar para conducirte por un viaje estacional, que solo puede llevarnos a florecer en primavera más sanos y livianos!